Jorge Oscar Daneri
Desde hace casi diez años organizaciones socioambientales de Sudamérica vienen denunciando la demencial actitud de los gobiernos, en especial de Brasil y Argentina en la destrucción de sus ecosistema de humedales y ríos, con sus reinos de vida incluidos. El caso Brasil, en particular en Amazonia, es simplemente vergonzoso y demoledor frente a la diversidad cultural y biológica.
El ejemplo de los escenarios de mega obras y sus finalidades desde la Iniciativa IIRSA (2000) articulado desde el BID, es más que claro: promoción en la región de plantas de celulosa, hidrovía del río Uruguay y sistema de represas Garabi y Corpus en el alto Paraná, entre otras, en una sinergia totalmente planificada, en particular por los ideólogos tecnócratas del BID en función de los insumos de los gobiernos de turno, donde más allá de cambios supuestamente ideológicos; en estas propuestas, no solo que no se cambia, se profundiza con gobiernos más vinculados con el denominado progresismo.
En estos días se avanza con alegrías desvergonzadas en la fiesta de Yacyretá, los anuncios de reinsistir con la represa de Corpus y los fuertes avances en procesos de etapas de licitaciones para el sistema de represas de Garabi y su hidrovía, en la cuenca compartida del río Uruguay.
Se advierte una demostración de un discurso tan contradictorio, como sin vergüenzas. Botnia es grave, pero Garabí y sus escenarios son, reitero, demoledores para la región. Entonces no se comprende, en el primer caso se llega hasta la Corte de La Haya, en el más grave somos los impulsores.
El 17 de febrero el parlamento europeo aprobó una resolución positiva sobre la estrategia que recomienda a la política energética del Banco Mundial y sin dudas, que orientada también a los gobiernos beneficiarios de los mismos, en particular en el sur del planeta.
Los gobiernos de Brasil y Argentina deberían prestar atención a estas recomendaciones y reformular seriamente sus estrategias de desarrollo energético y su infraestructura.
PRINCIPALES PUNTOS. Los principales puntos de la resolución son:
- Critica que el Banco Mundial promueva, principalmente, proyectos de gran escala en lugar de apoyar proyectos de energía descentralizados de pequeña escala,
- Establece que la energía producida por grandes represas hidroeléctricas y plantas de biocombustibles no deben ser consideradas por el Banco Mundial como energía limpia,
- Insta al Banco Mundial a concentrar sus préstamos en energías renovables,
- Le pide al Banco Mundial que se abstenga de invertir en grandes proyectos hidroeléctricos.
El escenario del río de los pájaros se visualiza como un territorio sin vidas, sin diversidad, sin paisaje natural, sin gentes de y en sus territorios y a su propia escala y cultura.
La tendencia de Brasil, con su poderoso Banco y sus mega empresas constructoras de todo, avanza sin pausa sobre este río y su cuenca, aquí también aún casi vivo aguas debajo de Brasil, quien nos deja un río muerto en el Paraná, y que ahora esta haciendo lo mismo con el Uruguay.
El derecho natural de los ríos a su libertad, es un derecho solo reconocido en la Constitución de Entre Ríos, en el mundo entero. Pero el derecho de los pueblos a su libre determinación, a la construcción social y protección de su diversidad cultural y biológica, es un derecho constitucional e incluso reconocido internacionalmente.
Más allá de lo que el Banco Mundial haga con esta solicitud del Parlamento Europeo, más allá de lo que los gobiernos de Brasil y Argentina quieran tomar de la misma, la alternativa más confiable y creíble, es la voluntad y convicción de nuestras gentes en la cuenca de los pájaros.
El caso Gualeguaychu así lo demuestra, cada día, cada sueño, cada amanecer. Un pueblo que logró demostrar una grosera ilegalidad internacional por parte de los gobiernos de un País hermano, y aún así, el propio sistema los burló, los desconsideró. Esta realidad, la buena y la mala, tienen un tiempo, no muy lejano, donde los pueblos, como el de Entre Ríos en otros escenarios, logra frenar el descontrol, la corrupción, la trampa hacia la legislación ambiental nacional, el mirar hacia otro lado de los órganos de control, incluso de los otros poderes; y en su camino de luchas y compromisos, ganan la batalla en su luminosidad creativa, en su persistencia, en su compromiso, de que aún sí se puede defender lo nuestro, con esa paz y lucidez de las convicciones y los sentimientos.
Esta contradicción sin vergüenza, debemos marcarla, denunciarla, imputarla, ayer y hoy Botnia, ¿y esto de Garabí y su hidrovía, cómo se puede explicar, razonar, justificar?
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